Declaración conjunta de Cámaras y Sindicatos, un acuerdo Europa – Mercosur, y el Transporte Marítimo

Habíendose tomado conocimiento que en el ámbito de las negociaciones del Acuerdo Comercial para establecer una Zona de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea -a ser suscripto a fines del corriente año- Argentina presentó ofertas en materia de servicios de transporte marítimo bilateral, regional del Mercosur e internacional:

Habíendose tomado conocimiento que en el ámbito de las negociaciones del Acuerdo Comercial para establecer una Zona de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea -a ser suscripto a fines del corriente año- Argentina presentó ofertas en materia de servicios de transporte marítimo bilateral, regional del Mercosur e internacional:

 

– Los armadores argentinos integrantes de los Servicios de -Transporte Marítimo Argentina Brasil, Sede Buenos Aires (SEMARBRA – SBA); Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA); y la Cámara Argentina de Arena y Piedra (CAAyP); y

– Los tripulantes argentinos nucleados en el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante; Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales; Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo; Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante; Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina; Sindicato Electricistas y Electronicistas Navales; Sindicato Flota Petrolera e Hidrocarburífera,

D E C L A R A N

En el año 1991 Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay decidieron constituir el Mercado Común del Sur (MERCOSUR); suscribiendo a esos efectos el Tratado fundacional de Asunción.

El MERCOSUR implica la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los Estados Parte.

En el año 2005 se avanza decididamente en el camino trazado, suscribiéndose el Protocolo sobre el Comercio de Servicios del MERCOSUR (denominado Protocolo de Montevideo) reconociéndose así la importancia de la liberalización -intrazona- del comercio de servicios para el desarrollo de sus economías, profundización de la Unión Aduanera y progresiva conformación del Mercado Común.

El Protocolo de Montevideo del MERCOSUR integra indisolublemente el Tratado de Asunción; y la adhesión o denuncia de cualquiera de estos Instrumentos produce la adhesión o denuncia del otro.

El mensaje y la voluntad política es clarísima: nos integramos en bienes y servicios o no hay Mercado Común.

En ese ámbito, los servicios de transporte marítimo entre Argentina y Brasil son el primer eslabón del proceso de “integración intrazona” ya iniciado.

El Acuerdo bilateral gubernamental que los incluye, fue ratificado en el año 2005 por el Protocolo de Montevideo (Apéndice 1- Anexo Transporte por Agua) y complementado en los términos del Programa de Liberalización Intrazona que él mismo establece.

A tales efectos el Subgrupo de Trabajo N° 5 (SGT5) de Transportes del Mercosur, fue designado por el Grupo Mercado Común, para la discusión y elaboración del futuro Acuerdo de Transporte Marítimo del Mercosur, que conformará el hito para la integración de los servicios de transporte marítimo del Mercosur.

Las bases para el futuro acuerdo son libre acceso al tráfico regional por parte de todos los armadores del MERCOSUR y libre negociación de los niveles de fletes y demás condiciones de transporte entre cargadores y transportistas.

La próxima reunión del SGT5 programada para la prosecución del mandato impuesto, se realizará los días 8 al 10 de noviembre en la Ciudad de Florianópolis de la R. F. del Brasil.

En este contexto nada más cabría manifestar, tan solo congratularnos por el arduo trabajo que viene realizando el SGT5 para conciliar los intereses de todos los Estados Parte y arribar a la integración intrazona que los ocupa.

Sin embargo, un cambio de rumbo total es impulsado por el gobierno de Argentina, con el único propósito de colocar más productos en el mercado europeo, poniendo así en peligro la subsistencia del Protocolo de Montevideo, es decir la integración del MERCOSUR todo.

Ello resulta inconcebible, pues las reglas de juego a nivel internacional son muy claras. Un escenario sería una “Zona de Libre Comercio” con la Unión Europea y otro muy distinto es el “Mercado Común” del Sur.

La actual y pretendida exclusión del sector de los servicios del transporte marítimo del ámbito regional -tal como lo exigiría la Unión Europea- se traduciría en una suerte de “Brexit” argentino en esta materia; poniéndose en evidencia hacia la región y el mundo, entre otras cosas, la inconsistencia de la integración regional.

Una integración cierta conlleva un proceso gradual de apertura intrazona, siendo inconcebible en ese contexto cualquier regresión; y menos aún la “apertura irrestricta” de este mercado de fletes a un bloque económico extrazona.

La apertura exigida por la Unión Europea, configurará la desaparición de los proyectos de desarrollo de la Marina Mercante Argentina; produciendo a su vez impactos negativos inmediatos en la totalidad de los mercados de fletes, con la consecuente afectación a las empresas navieras involucradas; las fuentes de trabajo de los tripulantes argentinos; y la industria naval de nuestro país; poniéndose asimismo en peligro la sustentabilidad de la totalidad de la economía argentina, por cuanto la logística del comercio exterior argentino quedaría en manos de los competidores extranjeros.

A todo evento se hace notar que las megaempresas de navegación europeas, quienes ostentan posiciones dominantes en el mercado mundial de fletes, operan en paraísos fiscales con exenciones de tributos y cargas fiscales y sociales; configurando así una “competencia desleal” para las empresas navieras regionales que matriculan sus buques en sus propios registros nacionales.

Por otra parte, no existe ninguna restricción en nuestro país para que cualquier armador del mundo se instale y opere desde Argentina, es decir como un armador regional más.

Un país o un bloque económico regional que arríe la bandera de la soberanía estratégica de sus mercados de servicios, condenan al fracaso a sus generaciones presentes y futuras.

Por todo ello, nos permitimos llamar la atención a nuestras comunidades, al MERCOSUR y especialmente a las autoridades de Argentina, para que reflexionen y retomen el camino de la integración del Mercado Común del Sur; no accediendo a la petición europea de irrupción en nuestros mercados bilateral, regional e internacional de fletes, que provocará consecuencias nefastas para las Marinas Mercantes y las economías nacionales. (SEMARBRA)

08/11/2017

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