De las Invasiones Inglesas a hoy: la escuela de marinos que creó Manuel Belgrano cumple 220 años (Fernando Morales)

De las Invasiones Inglesas a hoy: la escuela de marinos que creó Manuel Belgrano cumple 220 años (Fernando Morales)

La Escuela Nacional de Náutica es el instituto más antiguo del país, abrió sus puertas el 25 de noviembre de 1799 con el propósito de impartir la enseñanza de matemáticas, dibujo y navegación. La impronta creadora y la visión estratégica de las que era portador el Doctor y luego General Manuel Belgrano fueron determinantes para que pronto comprendiera que la posición geográfica del aún existente Virreinato del Río de la Plata lo hacía rehén de los tráficos comerciales procedentes de Europa.

El concepto disparador esbozado por quien fuera posteriormente uno de los hacedores de la independencia nacional se mantiene vigente hasta el presente. “Una nación que deja hacer por otra una navegación que puede hacer por sí misma, compromete su futuro y el bienestar de su pueblo”. En efecto la premisa “quien domina el mar domina el mundo”, resume históricamente el pensamiento de una de las potencias navales más grandes de la historia, Inglaterra.

En ese convencimiento, Belgrano pergeñó de puño y letra lo que sería el reglamento de funcionamiento de la escuela de matemáticas y ciencias náuticas. Los paradigmas propios de cada etapa del desarrollo de la humanidad lo llevaron a escribir en este reglamento revolucionario para la época, también que, “los negros solo podrán entrar a las aulas para limpiarlas y encender las Velas”.

Luego de elegir el mismo como Primer Maestro (director) al Ingeniero Pedro Cerviño y como Segundo Maestro (subdirector) al Piloto Marino Juan Alsina y con una fuerte oposición de las autoridades del puerto de Montevideo, la Escuela de Náutica abrió sus puertas el 25 de Noviembre de 1799. Una de las premisas del reglamento original ordena que una vez al año los maestros primero y segundo junto a todos los discípulos deben concurrir a rendir cuentas y dar gracias a Dios en los altares del convento de los hermanos dominicos. Esta tradición se cumple hasta el presente, y será llevada adelante este lunes en la Iglesia de Santo Domingo, donde además descansan los restos de Manuel Belgrano.

Una historia de batallas militares y políticas

Si bien el propósito del Instituto es la formación de marinos aptos para conducir buques mercantes y no militares, en sus orígenes además de lidiar con la constante presión política procedente de España, para que produzca el cierre de la Escuela de Náutica, el advenimiento de las invasiones inglesas de 1806/07 hizo que sus alumnos abandonaran los claustros y empuñaran las armas en defensa de la ciudad. Así nace el Regimiento Tercio de Voluntarios de Galicia (dado el origen étnico de la mayoría de los cursantes). Una de las principales columnas invasoras inglesas se rendiría ante alumnos de esta escuela y casualmente en las puertas del Convento Dominico.

Asimismo, el primer buque escuela que tuvo el instituto, el Bergantín San Francisco Xavier al mando del capitán mercante Juan B Egaña, entró en batalla en 1801 frente a las costas de Brasil, contra tres buques portugueses que se dedicaban también al comercio marítimo. La nave mercante logró capturar a los tres navíos fuertemente artillados y entregarlos a las autoridades. “Hoy nos puede parecer extraño que marinos civiles combatieran en alta mar, pero era algo absolutamente normal para la época. El hoy reconocido como padre de la Armada Argentina, el Almirante Guillermo Brown, no era otra cosa que un marino mercante Irlandés que se comprometió con la causa libertadora y una vez finalizada volvió a su actividad mercante”, recuerda Horacio Márquez, historiador naval.

Finalmente, la cada vez más firme oposición ejercida desde la Banda Oriental determinó el cierre del Instituto, que reabrió sus puertas en 1818 y tras varios años de cambios de sede y sucesivas aperturas y cierres, los designios de Belgrano encontraron el cauce definitivo a partir de 1895.

Desde un Presidente a un Suegro Presidencial

De las aulas de la Escuela Nacional de Náutica egresaron varios personajes icónicos de la argentinidad, desde Bernardino Rivadavia , pasando por Francisco Mantilla, Domingo Rosales y José María Zamudio, hasta el primer Contador jefe de la Armada Benito Goyena. Mucho más cerca en el tiempo Juan José Luchetti egresó en 1954 integrando la promoción 56 de la especialidad “Máquinas”. Años después, el destino lo convirtió en suegro de un joven abogado porteño que soñaba ser algún día Presidente de la Nación. Su nombre; Alberto Ángel Fernández quien precisamente en pocos días cumplirá su anhelo de juventud.

El último y actual edificio de la Escuela Nacional de Náutica, fue inaugurado por Juan Perón en 1950
El último y actual edificio de la Escuela Nacional de Náutica, fue inaugurado por Juan Perón en 1950

En abril de 1982, egresados y alumnos de la Escuela Nacional de Náutica hicieron honor a su tradición. La Armada Argentina movilizó a casi medio centenar de buques mercantes: sus oficiales superiores y subalternos egresados de “La Náutica” se hicieron a la mar sin vacilar, a bordo de muchas de esas naves iban cadetes que aún debían completar un período de navegación obligatorio. De los 30 cadetes hoy veteranos de guerra, seis son mujeres. Uno de los testimonios más estremecedores de la participación de hombres y mujeres desarmados en un conflicto bélico, lo aporta el actual subdirector de la escuela, piloto de Ultramar de Primera VGM Horacio Bianco, cuyo buque fue atacado por error por parte de un avión de la Fuerza Aérea Argentina.

La Escuela Nacional de Náutica hoy

Emplazada en la zona portuaria de Retiro, casi lindando con la sede de la Armada Argentina (institución militar que la tiene a su cargo), la situación de la ESNN no es ajena a la debacle presupuestaria que las Fuerzas Armadas en general han soportado en los últimos años. Ello se agrava por el hecho de que al no ser un instituto de formación militar, sus necesidades no siempre se ubican en los primeros puestos a la hora de asignar recursos sino más bien todo lo contrario. De sus aulas egresan los profesionales responsables de la navegación y de la conducción de las máquinas de los buques mercantes de gran porte. Al mismo tiempo reciben por intermedio de la Universidad de la Defensa un título de grado universitario y detentan por ley la condición de oficiales de la reserva naval principal de la Armada.

Argentina supo ser una de las potencias marítimas del continente. Centenares de buques con pabellón nacional (estatales y privados) atendieron las necesidades del comercio exterior argentino y generaron miles de millones de dólares de ingreso en concepto de fletes pagados por quienes compraban las exportaciones nacionales. Durante la gestión de Carlos Menem, se desarmaron todas las navieras estatales (ELMA, YPF, YCF) y se dieron grandes facilidades a las navieras privadas para que cambiaran la nacionalidad de sus naves, dejando de pagar tributos en el país y llevando sus utilidades al exterior. En la actualidad, unos 5.000 millones de dólares se pierden ya sea por el pago al exterior de fletes por importaciones o por la falta de percepción del importe de los fletes por las exportaciones que el país realiza. Ningún gobierno con posterioridad a 1999 llegó a comprender la importancia estratégica de una Marina Mercante de bandera.

Siendo que esta escuela, es la más antigua de todas las que componen el universo educativo del Ministerio de Defensa, Infobae solicitó una reflexión al titular de la cartera Oscar Aguad. “Para el Ministerio de Defensa tener entre el conglomerado de institutos de formación a una escuela creada nada menos que por el General Manuel Belgrano es motivo de verdadero orgullo. Desde antes del nacimiento de la patria, alumnos de esta escuela se armaron en defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Y el hecho que sus oficiales egresados y hasta parte de su cuerpo de cadetes participara activamente en las operaciones militares llevadas a cabo durante la guerra de Malvinas, habla a las claras de los valores que en ella se inculcan. La fecha de creación de la Escuela Nacional de Náutica ha sido tomada como referencia para celebrar anualmente el día de la Marina Mercante Argentina, por lo cual hago llegar a todos los hombres y mujeres de mar, un afectuoso saludo”.

Si bien desde el regreso de la democracia en 1983 la ESNN estuvo conducida por Oficiales Superiores de la Marina Mercante, una serie de denuncias sobre supuestas irregularidades cometidas entre 2010 y 2015 llevaron a la Armada a la determinación de retomar el control de la misma. Su actual director es el capitán de navío Daniel Maldonado, quien sostuvo: “Ocupar la Dirección de este Instituto de Formación me obliga cada día a velar por mantener en alto la visión que impulsó a Belgrano al momento de crearla. No soy obviamente egresado de la misma pero hoy por hoy me siento como si lo fuera, cuento además con el apoyo de experimentados oficiales de la Marina Mercante Argentina y gracias a ello estamos muy bien posicionados de cara al cumplimiento de todas las exigencias que en materia de formación de personal superior de la Marina Mercante imparte la Organización Marítima Internacional que es el ente rector en materia de transporte marítimo no militar”.

Este lunes a las 09:45 tal como lo ordenara Manuel Belgrano, oficiales, profesores y cadetes darán el presente en el templo ubicado en Avenida Belgrano esquina Defensa, en la ciudad de Buenos Aires. Sin estridencias, sin la presencia de funcionarios políticos de relevancia y casi en soledad. La misma soledad que es precisamente una de las condiciones con las que la gente de mar debe aprender a convivir durante las interminables jornadas de navegación lejos de familia y afectos. Cumpliendo cada día las premisas básicas de la profesión que forman parte de la jura profesional, ellos se hacen a la mar para: conducir los frutos del trabajo del hombre de un punto a otro del planeta, poner en riesgo sus propias vidas para salvar la de quien pida auxilio en el mar y – tal como reza el himno que los distingue- “si los clarines bélicos llamasen, a defender sagrada libertad”. 16 Marinos Mercantes caídos en Malvinas son el perpetuo testimonio del juramento acabadamente cumplido. (FERNANDO MORALES – INFOBAE) #NUESTROMAR

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