Zafra de caballa: regular menos

Los desembarques no llegan a un tercio de los descargados el año pasado. Bajo precio en banquina desanima la captura. Algunas fábricas compran hasta fin de mes.


Los desembarques no llegan a un tercio de los descargados el año pasado. Bajo precio en banquina desanima la captura. Algunas fábricas compran hasta fin de mes.

La zafra de caballa lejos estará de repetir los números del año pasado. Hasta el 19 de septiembre se llevaban declaradas 5.292 toneladas de magrú cuando en todo el año pasado la flota fresquera aportó 18.290 toneladas.

Una flota que no llega a la docena de buques, captura ejemplares de más de 300 gramos a unas 30 horas de Mar del Plata, en una zona al norte del 40º50’ S y 61º30’ W, afuera de la Bahía San Blas.

Entre la flota figura el “Florida Blanca”, que al cierre de esta edición se aprestaba a iniciar una de las últimas mareas de la temporada. También operan sobre el recurso pelágico los buques “Franca”, “Salvador R”, “Jupiter II”, “Desafío” y “Marbella”.

Del total de desembarques declarados esta temporada, 1.192 toneladas fueron aportadas por la flota costera mientras que 4.099 toneladas correspondieron a buques fresqueros de altura. La totalidad de desembarques de caballa tuvo a Mar del Plata como puerto de destino.

La abundancia de magrú de buen tamaño no despierta el precio del pescado en banquina y los armadores consultados por REVISTA PUERTO aseguran que nunca superó los 10 pesos, cuando el año pasado en el pico de la temporada rozó los 14 pesos. Y deben esperar 60 días para cobrar la venta.

Luego que se despejaran los nubarrones que mantuvieron cancelada por varias jornadas la posibilidad de desplegar las redes, la marca volvió a ser nítida y los barcos están demorando entre 6 y 7 días para completar el viaje.

El precio no solo se mantendrá muy bajo en relación al año pasado sino que las fábricas conserveras que procesan el magrú ya les avisaron a algunos armadores que no comprarán mucha más materia prima que hasta fin de mes.

El desplome del mercado interno, condimentado con algunas latas de caballa que llegaron desde el exterior, con caída de ventas superiores al 30 por ciento en relación al año pasado, motivó que las fábricas no se desesperen por comprar pescado fresco.

“Lo que compremos de acá en más será para conformar stock con vistas a 2017”, confió un industrial del sector, que se prepara en octubre para comenzar con el proceso de anchoíta, otro recurso zafrero que en mejores tiempos despabilaba el amperímetro productivo pero que este año también pasará desapercibido. (Por Roberto Garrone; Revista Puerto)

23/09/16

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