Los ingenieros del proyecto le añadieron a la red un aditivo que hace que ésta empiece a biodegradarse a los 4 años, al final de su vida útil, para luchar contra el problema de las “redes fantasma” que quedan perdidas o abandonadas en el mar, afectando al ecosistema marino.
Los ingenieros del proyecto le añadieron a la red un aditivo que hace que ésta empiece a biodegradarse a los 4 años, al final de su vida útil, para luchar contra el problema de las “redes fantasma” que quedan perdidas o abandonadas en el mar, afectando al ecosistema marino.
El sistema Rémora también incorpora unas etiquetas con tecnología RFID, Radio Frequency Identification, un lector RFID y una aplicación para teléfonos inteligentes. Así, los pescadores pueden obtener un informe cuando la red es dañada.
Cuando las redes son recogidas la aplicación muestra qué partes faltan y dónde debe intervenir para solucionar incidencias graves, en vez de buscar manualmente. Además, si quedan trozos de la red en el mar se puede proceder a su recogida o declarar las coordenadas de su pérdida, para facilitarle el trabajo a organizaciones de reciclado de redes como Healthy Seas Org.
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(La Nación)
29/09/14