¿Ayudará la nueva ley de transporte marítimo de EE.UU. a controlar las tarifas impuestas por las líneas navieras?

¿Ayudará la nueva ley de transporte marítimo de EE.UU. a controlar las tarifas impuestas por las líneas navieras?

El Presidente de EE.UU. Joe Biden firmó en la jornada del jueves 16 de junio una reforma a ley de transporte marítimo (OSRA 22) que ha sido promocionada políticamente como “destinada a reducir los costos de envío de bienes al extranjero” y como “un arma en su lucha contra la inflación histórica”.

El acto contó con la presencia de legisladores y diversos ejecutivos más bien provenientes del sector agrícola, incluido el director ejecutivo de Tractor Supply Company, Hal Lawton y presidente de la American Farm Bureau Federation.

¿Por qué del mundo Agrícola? La respuesta es que más que enfrentar los costos de envíos, lo que se puede entender como las tarifas cobradas por las líneas navieras, la nueva ley entre otros prioriza la solución de un problema puntual de los agroexportadores estadounidenses, quienes han visto como sus productos son continuamente postergados en su embarque dada la prioridad que las líneas navieras otorgan al embarque de contenedores vacíos para llevarlos prontamente a Asia y ahí cargar contenedores llenos de productos asiáticos que pagan una tarifa más lucrativa rumbo a la USWC u otros destinos en Occidente.

Biden, con anterioridad durante un evento en el puerto de Los Ángeles, indicó que “hay nueve grandes compañías navieras marítimas que concretan envíos desde Asia a los Estados Unidos”, las que detalló “han subido sus tarifas hasta en un 1.000%”, cifras que de inmediato se asocian a las ganancias estimadas de más US$150 mil millones obtenidas por las líneas navieras en 2021.

Por su puesto, el anunció de un proyecto que ayudará a contrarrestar el alza de precios suena bien, justo cuando EE.UU. registra la inflación más alta en cuatro décadas. Una confirmación de aquello se dio esta semana con la determinación de la Reserva Federal de elevar su principal tasa de interés en tres cuartos de punto porcentual el miércoles 15 de junio, su mayor aumento desde 1994, en un intento de contrarrestar el fenómeno.

¿Cómo ayudará la nueva ley?

Pero volviendo al punto. Realmente resulta difícil de creer que en el proyecto rubricado por Biden exista alguna medida que contrarreste de alguna forma las alzas de tarifas de las líneas navieras. De hecho, la propia Comisión Maríitma Federal (FMC) en voz de la comisionada Rebecca F. Dye señaló el 31 de mayo, como parte del Informe final sobre los efectos de COVID-19 en la cadena de suministro de transporte marítimo internacional, que “nuestros mercados [marítimos] son competitivos y las altas tarifas de flete han sido determinadas por una demanda de consumo sin precedentes, principalmente en los EE.UU., que superó la oferta de capacidad de los buques. La congestión limitó aún más la capacidad disponible”.

Si se reconoce que las causas fueron ocasionadas por dinámicas de mercada, poco se puede continuar debatiendo. No obstante, tras la investigación se lograron formular 12 recomendaciones que tienden a vigilar más estrechamente las prácticas de las líneas navieras en materia de cobro recargos sobre las tarifas, como, por ejemplo, la detención y demurrage.

Ahora si la Ley de Reforma del Transporte Marítimo emitida por el Presidente Biden no tiene injerencia sobre las tarifas ¿qué hará por el comercio y el consumidor de EE. UU.? Shipping and Freight Resources, otorga algunas respuestas al señalar que la nueva ley:

  • Amplía las salvaguardas para combatir las represalias y disuadir las prácticas comerciales desleales;
  • Aclara las prácticas prohibidas de las líneas navieras en relación con los cargos por detención, demurrage y permanencia en el espacio de la nave;
  • Establece un registro de intercambio de envíos a través de la FMC;
  • Amplía la autoridad de sanción para incluir el reembolso de los recargos;
  • Aumenta la eficiencia del proceso de quejas por detención y demurrage.

Sin embargo, es poco probable que la nueva ley aborde todos los problemas surgidos en la Cadenas de Suministro desde el inicio de la pandemia, entre ellos: 1) las ineficiencias operativas en los puertos de EE. UU. 2) la escasez de chasis para el transporte de contenedores 3) la propia alza de la tarifas de flete ( punto sobre el que la ley no indica ninguna medida) 4) Sanciones de líneas navieras a beneficiarios de carga o expedidores 5) Rechazo de la carga (el caso de la industria agrícola a quienes sí provee de resguardo 6) detención y demurrage (donde también presenta avances).

Si la ley de reforma al Transporte Marítimo 2022 logrará y tendrá éxito en abordar todos los problemas enfrentados, es materia de debate y solo puede evaluarse con el paso del tiempo. Sin embargo, hay varios problemas inherentes a los que se enfrentan las cadenas de suministro de los EE.UU. que la ley no podrá abordar por lo que a juicio de Shipping and Freight Resources la industria en general deberá permanecer unida para encontrar soluciones. (MUNDO MARITIMO) #NUESTROMAR

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